¡ Qué bonito es cuando uno conoce una persona que siempre actúa con medida, no hace ni de más ni de menos... no habla ni de más ni de menos... Una persona que siempre hace lo que debe de ser : un hombre de una sola pieza !En este folleto, queremos platicarte sobre una virtud que se llama LA PRUDENCIA.
¿QUÉ ES LA PRUDENCIA?
- Los hombres de mar usan un aparato que se llama BRÚJULA, que les dice donde está el norte , el sur, el este y el oeste, de modo que ellos puedan tomar el camino correcto.
- Así, LA PRUDENCIA, es la que te hace distinguir en toda ocasión CUAL ES EL CAMINO CORRECTO, CUAL ES EL BIEN ; te dice que es lo que conviene hacer o dejar de hacer.- La PRUDENCIA es la luz que dirige todos nuestros actos para llegar a Dios.
- La PRUDENCIA ayuda al hombre a poner atención a la voz de su conciencia, en vez de poner atención a lo que siente.
NO CONFUNDAS :- Es muy importante no confundir la verdadera prudencia , que es hacer lo que Dios nos dice que es correcto... porque mucha gente cree que ser prudente es ser hipócrita, disimular por miedo, ser cobarde o actuar por interés.- Por ejemplo: si tu compadre quiere hacer un negocito medio chueco , transarse a otros y tú no le dices que no es correcto lo que quiere hacer, esto no es prudencia sino cobardía.- Si cuando estás con tus amigos, uno de ellos habla mal de tu religión o empieza con ideas raras y tú te quedas callado, eso no es prudencia sino hipocresía.
PRUDENCIA EN LAS OBRAS - Ser prudente en las obras es: :VER , EXAMINAR , PENSAR DELANTE DE DIOS, cada cosa que vayas a hacer, despacio, con calma... y una vez que decidas... no temas, sé FIRME en lo que Dios te dice que es lo mejor.
No te dejes cegar por las pasiones, por los sentimientos que te hacen ver las cosas de modo distinto : lo blanco es blanco y lo negro es negro.... lo que está bien, está bien y lo que está mal, está mal. Siempre hay que escoger lo mejor, lo más agradable a los ojos de Dios y no lo más fácil, lo que no me causa problemas, lo que más me conviene a mi. ¡ Esto es prudencia!
PRUDENCIA EN EL HABLAR :- Vale la pena detenerse a pensar en la prudencia con que usas tu lengua. A veces, ¡ cómo es difícil callar! ¿No es verdad que la mayor parte de las imprudencias las debes a tu lengua? ¿Cuántas veces te has arrepentido de decir lo que dijiste ? ¿ Cuántas, si hubieras podido recoger tus palabras, lo hubieras hecho con una gran alegría ?
- Aprende a callar, a medir lo que dices, a pensar antes de abrir la boca.- Aprende a guardar silencio en las cosas que no debes estar predicando. Trata de ser discreto.- Y aprende también, cuando sea necesario, a hablar a tiempo lo que tienes que decir.
CUANDO ACTUAMOS CON PRUDENCIA :- Si en tu vida actúas con prudencia , vivirás siempre con una GRAN PAZ... con una gran serenidad... te sentirás siempre cerca de Dios... - La ÚNICA Y VERDADERA FELICIDAD en la vida , se logra solamente cuando estás seguro, estás tranquilo con tu conciencia porque estás haciendo la voluntad de Dios, estás haciendo lo que Dios quiere de ti.
LA NIÑA PRUDENTE.
Había una vez un viejo pescador que vivía junto al mar con su mujer y sus tres hijas. La menor de las hijas, era una criatura angelical, lo acompañaba todos los días y le ayudaba en la tarea.
Las dos mayores vendían el pescado en la ciudad vecina y con ese dinero compraban lo necesario para vivir.Un día el pescador fue solo a pescar y en toda la mañana no sacó un solo pescado. Desesperado, pensando en que ese día su familia no tendría que comer, se puso a llorar sentado en una piedra de la playa. En ese momento, el mar comenzó a bramar y a enfurecerse y una voz potente y bronca le ordenó que se quedara.
Vio salir entonces de las aguas un jabalí blanco que le habló así:-¿Quién te ha dado permiso para pescar en mis dominios? ¿No sabes que en el fondo de este mar hay una ciudad encantada y que por castigo, sus habitantes se han convertido en animales?. Yo soy su dueño… Si quieres seguir teniendo alimentos para los tuyos, debes traerme mañana mismo la niña que te acompaña todos los días.
El mar bramó nuevamente y desapareció el jabalí. El viejo regresó muy triste y silencioso a su casa.. No decía nada, pero apremiado por las preguntas de su mujer y de sus hijas, refirió cuanto le había ocurrido.La hija menor que era muy valiente, le rogó que no se afligiera e insistió en que debía cumplir la orden del jabalí, y le aseguró que ella sabría defenderse de cualquier peligro. Era tan generosa que estaba resuelta a aceptar cualquier sacrificio para salvar a su familia de la miseria, Después de mucho cavilar, el padre consintió en acatar el pedido de la hija y en obedecer la orden del misterioso jabalí.-Has hecho muy bien en obedecerme, le dijo al viejo, pues, de otro modo tu familia hubiera perecido de hambre.
Desde hoy en adelante pescarás magnificos peces, tantos como quieras.-Atiende bien mis palabras, que de su cumplimiento dependerá tu vida y nuestra suerte. Toma esta jarra de oro, llénala de agua y átala con esta cadena de mi cuello. Sube a mi lomo, afírmate prendiéndote de mis orejas y ármate de valor.
Cuando lleguemos a la ciudad que duerme en el fondo del mar, no debes hablar una sola palabra ni acariciar a nadie durante tres días. Si resistes la prueba, al amanecer del cuarto día toma la jarra y echa chorritos de agua sobre los animales que encuentres desde que salgas de tu habitación hasta que termines de recorrer las calles de la Ciudad.
Entonces, se operará un asombroso milagro que allá esperamos y que te hará feliz.La niña prometió con firmeza cumplirlo todo, y luego se hundieron en el mar. Las aguas se abrieron entonces y descubrieron un ancho camino.
Después de un viaje que a la niña le pareció larguísimo, llegaron a una ciudad resplandeciente, llena de palacios, de estatuas y de jardines. Sólo los habitantes de la ciudad no aparecían por ninguna parte. Muchas veces su admiración por las maravillas que veía estuvo a punto de arrancarle palabras de alabanza, pero cuidaba siempre de callar, así era la consigna.La casa donde debía alojarse era la más suntuosa de la ciudad, pero nadie la habitaba.
El jabalí la dejó allí e inmediatamente desapareció. Al rato dos perritas blancas se presentaron, ellas le sirvieron la comida y la atendieron en cuanto necesitaba, como si fueran dos criadas ejemplares, durante los días que allí pasó.
Eran tan inteligentes y cariñosas que muchas veces tuvo que encoger la mano, pues, sin pensarlo la extendía hacia ellas para acariciarlas, pero la firmeza de su carácter la contenía.El silencio y la soledad eran tan grandes como impresionantes; sólo animales animales tristes la recorrían por todas partes. La niña comprendió que allí había ocurrido una gran desgracia; se extremecía de temor, pero se sobreponía y aguardaba resignada su suerte.Ni por admiración, ni por asombro, ni por miedo, la niña, a pesar de vivir sin testigos, dejó un sólo momento de dominar sus impulsos y de medir su proceder.
Tenía la esperanza de que sería premiado su sacrificio con un gran bien para ella y para todos.Pasaron los tres días y, al amanecer del cuarto, tomó su jarra de oro y echó chorritos de agua a las perritas blancas que en ese momento aparecieron. En el acto se transformaron en dos graciosas doncellas.
Al salir de su habitación encontró un jabalí, hizo lo mismo con él y éste se convirtió en un gallardo joven. Siguió rociando con el agua de su jarra todos los animales que encontraba, y todos tomaban forma humana. El agradecimiento de la gente no tenía límites; la acariciaban, le besaban las manos y la llenaban de bendiciones.
La niña seguía realizando su obra impasible y silenciosa.En pocos minutos la ciudad recobró su antigua vida. Desaparecieron las aguas que la cubrían, y en el lugar del mar surgió a la superficie de la tierra una opulenta ciudad. Todos sus habitantes frenéticos de alegría se abrazaban y recorrían las calles cantando y vivando a la salvadora.
El jabalí, que era el Príncipe de aquella comarca, dijo a la niña que podía hablar y le contó como ella había roto el encanto que, por obra de un genio malo, pesaba sobre la ciudad y sus habitantes desde hacía miles de años. Sólo ella, entre muchos, había sido capaz de dar aquella prueba de valor y de prudencia, condición impuesta para que la ciudad encantada volviera a la vida.
El príncipe mandó a buscar inmediatamente la familia del pescador y la alojó en un espléndido palacio. Fue inmenso el júbilo de la familia al encontrarse con la niña que consideraban perdida y el de ella aún mayor al saberse salvadora de tantas vidas.El príncipe se casó con ella y ambos gobernaron hasta muy ancianos la maravillosa y rica ciudad, en donde la felicidad fue eterna.
PROPÓSITO DEL MES: - Hazte el hábito siempre que vayas a hacer algo, antes de tomar una decisión, pensar lo bueno y lo malo de cada opción. Piensa ¿ Qué es lo que a Dios le gustaría que hiciera yo ahora?¡ Así lograrás actuar siempre con PRUDENCIA !
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25 comentarios:
Dios nos creó a su imagen y semejanza y por ello nos dió la capacidad de distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo, por eso es importante que para alcanzar la felicidad y vivir bajo la voluntad de Dios practiquemos un valor muy importante como lo es la prudencia ya que es una virtud que muchas de las veces pasa inadvertida ya que parece que pocas son las personas que toman decisiones acertadas, dando la impresión de que nunca se equivocan; pero lo más importante es que conservan la calma aún en las situaciones más difíciles, demuestran su comprensión hacia los demás y jamás ofenden o pierden la cordura.
Debemos aprender a reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia o problema, ya que muchas de las veces nos precipitamos por la emoción, el mal humor, la ira y actuamos y decimos cosas sin pensar ni meditar.
La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes nos rodean, seguros de tener a un guía que nos conduce por un camino seguro.
Tatiana Ramos
En la vida siempre se nos presentan eventos que requieren que tengamos mucha prudencia. Dios nos da el libre albedrio para que tomemos decisiones, para distinguir lo malo de lo bueno y lo bueno de lo malo. Una palabra, un gesto, un hacer o no algo puede ser la diferencia en nuestras vidas, por eso es my importante escuchar a nuestra conciencia para actuar como se debe, con equilibrio en todo momento ya que ella nos dice lo que es correcto y lo que no lo es
Las personas debemos aprender a ser prudentes, ya que hay veces en donde las cosas las hacemos apresuradamente sin pensar en lo bueno, en lo malo, o en las consecuencias que esto podrá causar.
Una decisión que se la vaya a tomar es necesario consultar con otras personas que esten siempre a nuestro lado y que quieren el bien para nosotros.
Ser prudente no significa se hipócrita o quedarse callado por miedo, cuando hay que decir algo, hay que decirlo sin ningun temor pero tampoco sin herir a los demás.
Ser prudente no quiere decir ser tonto y aceptar las cosas como vengan, es guardar la calma y tomar la mejor decisión.
La prudencia como bien se nos manifiesta en éstas lecturas es hacer lo correcto, es hacer lo que Dios nos manda , así también es actuar cuando las situaciones nos exijan pero con responsabilidad, y teniendo siempre en mente que el resultado debe ser algo bueno. Así también la prudencia es aquello que nos permite pensar antes de actuar y hablar, ya que muchas de las veces por falta de prudencia se pueden ocacionar problemas o podemos herir a las personas, lo cual no es seguir el ejemplo de Nuestro Padre Celestial. Por lo que el actuar con prudencia nos permite vivir en paz y con una conciencia limpia, y nos evita el meternos en problemas al no aceptar realizar actor ilegales. Sin duda alguna la prudencia viene de Dios el cual quiere que seamos semejantes a Él, y sigamos el gran ejemplo de su hijo Jesucristo sin defraudarlos.
La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones.El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, la persona prudente mucha veces ha errado, pero ha tenido la habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás,generando confianza y estabilidad en quienes nos rodean.
La prudencia es una virtud de la razón, no especulativa, sino práctica: la cual es un juicio, pero ordenado a una acción concreta.
Nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.
La falta de prudencia siempre tendrá consecuencias a todos los niveles, personal y colectivo, según sea el caso. Es importante tomar en cuenta que todas nuestras acciones estén encaminadas a salvaguardar la integridad de los demás en primera instancia, como símbolo del respeto que debemos a todos los seres humanos
La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes nos rodean.
El valor de la prudencia es saber como debemos comportarnos en determinadas situaciones, para que nuestras palabras y acciones no perjudique a nadie.
Es hacer lo correcto en el momento apropiado y en el lugar adecuado, y nos permite pensar antes de actuar para evitar ocasionarnos problemas.
Siendo prudentes muchas personas nos daran un trato justo y nos consideraran.
La prudencia no significa actuar con hipocresía frente a una situación que sabemos de antemano que esta mal, al contrario es actuar primero como a Dios le agrada y quiera,es decir sin perjudicar a nadie ni auno mismo.
Nunca debemos actuar por impulsos o sentimentalismos, para tomar una decisión debemos pensarlo muy bien antes de decirla o hacerla, meditando y reflexionando en los beneficios y perjuicios que esto acarreará siempre consultando con Dios todas la cosas que vamos hacer sean grandes o pequeñas solo de esta manera vamos a lograr la felicidad y la satisfacción en nuestras vidas.
Es importante también aprender ha hablar y callar cuando es necesario, dependiendo de la situación en que uno se encuentra, para no comprometerse de manera vana ni quedar mal ante los demás.
Si de alguna situación o persona vemos algo malo no debemos quedarnos callados pues eso no es prudensia sino hipocresía, sino por el contrario aconsejarle y decir las cosas como son, esto demuestra un aprecio e interés sincero por las personas
La prudencia es una virtud realmente muy especial porque requiere una verdadera fuerza de caracter para ponerla en practica. En nuestro diario vivir se nos presentan muchos eventos que muchas de las veces necesitan que acuemos con prudencia para poder sobrellevarlos, y gozar de una vida tranquila, adecuada y ordenada.
La prudencia nos ensena como debe ser nuestro comportamiento con los demas y con las situaciones que vivimos, es muy importante saber cuando y que debemos hablar y cuando y que debemos callar para no hacernos dano y ni mucho menos hacer dano a los demas.
Este es un valor muy importante puesto que mediante la practica de la prudencia podremos evitarnos muchos problemas.
Ya que a veces por no pensar dos veces lo que vamos a decir terminos mal por decir algo que no debiamos.
Debemos hacer lo que es correcto y no lo que nos resulta mas facil y menos problematico
La prudencia es una virtu que nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia,la prudencia en su forma operativa nos enseña como actuar con mayor conciencia frente a las situaciones que se nos presentan en nuestra vida.
La prudencia nos enseña que no debemos hablar las cosas sin pensar es decir antes de referirinos quisá mal de otra persona primero debemos pensar en las cosas que vamos a decir para luego no hacerle sentir mal a esa persona debemos pensar que todas las personas tenemos sentimientos y que cualquier cosa dicha de una mala manera puede afectarle a esa otra persona.
La prudencia es una virtud de la razón es práctica. este valor no enseña a pensar antes de decir algo porque si somos imprudentes podemos hacer daño con nuestros comentarios y por el contrario este valor trata de que meditemos nuestros pensamientos antes de decirlos para de esta menera procurar que no hiramos a nadie.
ser prudentes es un valor importante para nuestras vidas y para nuestra profesion
la prudencia es un valor muy importante en nuetras vidas que nos ayuda a mejorar y ser personas que puedan tomar las decisiones de na manera corecta, este valor nos permite que podamos hablar cuando debemos en el lugar corecto y aloa hora correcta para no quedar mal en las diferentes circunstancias
Todas la personas debemos practicar este valor tan importante ya que nos ayuda a comportarnos con todos .... siempre debemos ser prudentes y pensar antes de hablar...ya que al ser imprudentes muchas veces podemos herir a nuestros seres queridos .... Por eso siempre seamos prudentes en todos los lugares que nos encontremos y con todas las personas.
Vero A.
la prudencia es un valor que todos debemos practicar, de esta manera podemos evitar dañarnos a nosotros mismos y a terceros, es por esto que debemos aprender a callar cuando debemos callar, evitar hacer comentarios de lo que no estamos seguros, y pensar antes de decir comentarios fuera de lugar.
si lo hacemos garantizaremos una vida tranquila para nosotros y las personas que nos rodean.
Ser prudente nos enseña a limitarnos en nuestras acciones ya que como virtud que es no podemos emitir comentarios que puedan afectar a los que nos rodean ya que podriamos hacer daño muchas veces sin querer pero po9r actuar indebidamente lo hicimos por ello demos aprender a pensar antes de hablar.
PRUDENCIA ES LA MANERA DE ESPERAR EL TIEMPO PARA QUE COSAS SE REALIZEN DE LA MANERA MAS CORRECTA, ADEMAS PUEDO DECIR QUE ES UN VALOR QUE DEBEMOS DEMOSTRAR CON TODAS LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN. SIEMPRE DEBEMOS PENSAR EN LO QUE VAMOS A DECIR PARA NO HERIR A ALGUIEN CON NUESTRAS IMPRUDENCIAS
Ser prudentes significa ser precavidos, es decir tener conciencia de los múltiples peligros a los que nos enfrentamos dìa a dìa,y anticiparse a ellos sin alarma ni pánico, guiados tan sólo por un sano y legítimo instinto de conservación.
Ser prudente significa ser cauteloso, es decir actuar cuando sea necesario, pensando siempre en lo que ocasionaràn las palabras y nuestras acciones.
En la vida debemos aprender a ser prudentes, callar pensar una y diez veces abtes de hablar o actuar porque la manera en que procedemos o hablamos puede afectar a las demas personas o aun faltar a su confianza, tambien ser prudentes de nuestra vida, asi podremos ser felices y hacer felices a quienes nos rodean.
la prudencia es uno de los valores que todas las personas deberiamos tener muy en cuenta para llevar una buena vida.
La prudencia es una forma en que nosotros debemos esperar para que se nos den las cosas, y nos salgan como esperamos.
El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que nos conducimos ordinariamente. Lo principal en este valor es siempre decir la verdad, y en el momento oportuno.
Este valor nos ayuda a reflexionar y a considerar los resultados que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como respuesta satisfactoria un actuar correcto en cualquier circunstancia.
"Sé prudente. Lo mejor en todo es escoger la ocasión"
La prudencia es un valor que ayuda a distinguir lo bueno o lo malo de un hecho con otro y asi poder descubrir en cada opción las ventajas y las desventajas que ofrecen para poder llegar a realizar una buena elección. Además es importante saber asumir con humildad nuestras limitaciones, recurrir al consejo de todas aquellas personas que puedan aportarnos algo de luz, asi tambien para poder tomar la mejor decision tenemos que experimentar muchas situaciones, por lo que dependemos de la experiencia para actuar y tomar las mejores decisiones
La prudencia es un valor indispensable en nuestras vidas, esto nos ayudara a no tomar decisiones apresuradas que puedan lastimar a personas queridas, podriamos lamentarnos luego de decirlas o realizarlas, por eso debemos hablar cuando tengamos que hablar tomando en cuenta que daños pueden ocasionar al resto de personas, y no preocuparnos solo en nosotros.
La prudencia es un valor muy importante en los seres humanos ya que hay saber tomar decisiones en el momento correcto para que nos den el fruto que esperamos, ademas al realizar bien nuestra toma de decisiones no afectamos a las personas que se encuentran junto a nosotros
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